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Historia de la fotografía erótica

La fotografía erótica es un estilo de fotografía artística de naturaleza erótica, e incluso sexualmente sugerente o sexualmente provocativa. Aunque los sujetos de la fotografía erótica suelen estar completamente o en su mayoría desnudos , eso no es un requisito. La fotografía erótica que data de 1835 hasta la década de 1960 a menudo se conoce en los años posteriores como fotografía de época. El realismo de la fotografía de desnudos la hace mucho más ofensiva que la pintura de desnudos o los grabados de desnudos, con la posible excepción de L’origine du monde de Gustave Courbet.

Antes de 1839, las representaciones de desnudez y erótica generalmente consistían en pinturas, dibujos y grabados. En ese año, Louis Daguerre presentó el primer proceso práctico de fotografía a la Academia de Ciencias de Francia . A diferencia de los métodos fotográficos anteriores, sus daguerrotipos tenían una calidad asombrosa y no se desvanecían con el tiempo. Los artistas adoptaron la nueva tecnología como una nueva forma de representar la forma desnuda, que en la práctica era la forma femenina. Al hacerlo, al menos inicialmente, intentaron seguir los estilos y tradiciones de la forma de arte.

Durante el siglo XIX y principios del XX, la única fotografía del cuerpo autorizada oficialmente era para la producción de estudios de artista, eufemísticamente denominados académies o études d’après nature. Tradicionalmente, en Francia, una académie era un estudio desnudo realizado por un pintor para dominar la forma femenina (o masculina). Cada uno tenía que estar registrado con el gobierno francés y aprobado o no podrían venderse. Pronto, las fotografías de desnudos se registraron como académie y se comercializaron como ayudas para los pintores. Sin embargo, el realismo de una fotografía frente al idealismo de una pintura hizo que muchos de ellos fueran intrínsecamente eróticos.

En 1840 los artistas habían iniciado una era de fotografía erótica. Uno de los grabados más llamativos se atribuye a Félix-Jacques Moulin, detenido alrededor de 1850/51 por producir imágenes indecentes. En 1841, William Fox Talbot patentó el proceso del calotipo, el primer proceso negativo-positivo, que hizo posibles copias múltiples. Esta invención permitió producir un número casi ilimitado de impresiones a partir de un negativo de vidrio. Además, la reducción del tiempo de exposición hizo posible un verdadero mercado masivo de imágenes pornográficas. La tecnología se empleó inmediatamente para reproducir retratos de desnudos. París pronto se convirtió en el centro de este comercio. En 1848 sólo existían trece estudios de fotografía en París; en 1860, había más de 400. La mayoría de ellos se beneficiaron vendiendo pornografía ilícita a las masas que ahora podían pagarla. Los cuadros también fueron vendidos cerca de las estaciones de tren , por vendedores ambulantes y mujeres en las calles que los escondieron debajo de sus vestidos. A menudo se producían en conjuntos (de cuatro, ocho o doce) y se exportaban internacionalmente, principalmente a Inglaterra y Estados Unidos. Tanto los modelos como los fotógrafos eran comúnmente de la clase trabajadora, y la excusa del modelo artístico era cada vez más difícil de usar. En 1855, ya no se registraban más desnudos fotográficos como académie, y el negocio se había ocultado para escapar de la persecución.

La tradición pornográfica victoriana en Gran Bretaña tenía tres elementos principales: fotografías francesas, grabados eróticos (vendidos en tiendas de Holywell Street calle, una londinense desaparecida hace mucho tiempo, barrida por el Aldwych ) y literatura impresa. La capacidad de reproducir fotografías a granel contribuyó al surgimiento de un nuevo empresario, el traficante de pornografía. Muchos de estos comerciantes aprovecharon el sistema postal para enviar tarjetas fotográficas en envoltorios sencillos a sus suscriptores. Por lo tanto, el desarrollo de un sistema postal internacional confiable facilitó los inicios del comercio de pornografía.

Fotos X, entre el arte y la transgresión

Si la fotografía quiere ser un arte que se precie, no puede faltarle un puntito de rebeldía, de querer saltarse las normas, y de transgredir los estándares que la sociedad a veces tiene establecidos como si fueran cadenas. Es así, el arte imita a la vida, pero también se ha creado para ver otra parte de la realidad, una que está llena de ilusiones y fantasía; aunque estas puedan llegar a ser oscuras, impías y en ocasiones incluso inmorales.

La fotografía artística tiene muchas facetas, pero en todas está claro que su principal objetivo es llamar la atención del público; y no solo por lo que se ve a simple vista, sino por lo que quiera transmitir el producto final. Para ello, nada mejor que buscar inspiración en aquello que resulta más atractivo para el público, un tema que no deje de atraer interés y expectación; y por eso mismo, la sexualidad se lleva el primer premio en el top para convertirse en la musa inspiradora de cualquier artista.

Está claro que la fotografía erótica nació para ser un arte rompedor, atacando al tema más tabú de nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. Ya lo era cuando nació esta nueva forma de plasmar nuestra realidad; y en la consiguiente evolución del arte fotográfica, eso no ha cambiado demasiado, llegando hasta nuestros días. Se podría decir que esa es la forma en que llegaron a aparecer las fotos porno, como una simple evolución y desarrollo del erotismo fotográfico. Claro que estas últimas no tienen nada que analizar, y por contra, nadie las considera arte, cosa que se podría considerar injusta. Pero las webs porno que ahora están al alcance de todo las han banalizado tanto, y las han ofrecido en tal cantidad y a tan bajo coste, que a muchos cuesta creer que eso sea una representación artística; más de uno advierte que ver mujeres desnudas practicando sexo a solas o en pareja, incluso en grupo, no puede ser de ninguna manera una manera artística de ver el cuerpo humano y la sexualidad. Tampoco ayuda mucho a su causa el que en esas mismas páginas porno, las fotos amateur se hayan hecho con la mayoría de las visitas, como si la fotografía erótica o pornográfica ya no fuera cuestión de profesionales, sino de cualquiera con una cámara en mano.

Por cierto, otro tema sobre el que he pasado de puntillas, pero también estaría bien aclarar, antes de ser tachado de machista. Nótese que he usado el «mujeres desnudas«, no «personas» ni «hombres y mujeres», aunque está claro que tanto la fotografía artística como la erótica y la pornográfica pueden representar el género que mejor les convenga; pero, para ser sinceros, casi siempre es el cuerpo femenino el que acaba inspirando al artista. Bien, esto se puede analizar de dos maneras, y para mí ambas son válidas.

Por un lado, la fotografía, como cualquier arte, fue inventada por hombres; el por qué tiene muchas razones, y una de ellas, no muy popular pero para mí muy cierta, es que en la época de su invención, el género masculino era el que tenía tiempo libre a raudales. Y digo más, no solo era cuestión de hombres, sino también de estatus, siendo así que la gran mayoría de los artistas pertenecían a clases altas y no tenían que preocuparse de qué llevarse a la boca al día siguiente; así, podría decirse que la bonanza es cuna del arte, yo lo tengo claro. Pero es el otro punto el que me parece más importante para explicar porque la gran mayoría de las musas para pintores, escultores y fotógrafos es la mujer: la belleza y armonía del cuerpo femenino.

Lo siento por quien no piense así, pero técnicamente y con lápiz lineal en mano, las formas del cuerpo de una mujer, lleno de curvas y de rasgos más suaves que el masculino, casi roza la perfección del dibujo técnico. Por mucho que Leonardo eligiera un hombre para hacer su análisis de simetría, han sido las modelos femeninas las que se han llevado el gato al agua a la hora de provocar inspiración en los artistas. Vale que la gran mayoría de estos, de nuevo, son hombres, y presumiblemente heterosexuales; y que por supuesto los artistas homosexuales pueden preferir modelos masculinos o, para el caso, las artistas femeninas, que se iban apuntando al carro de todas las nuevas tendencias artísticas. Pero cuando uno hace listas como la de las 10 mujeres más sexis del mundo, y son mucho mas tenidas en cuenta que la de los hombres, es que puede que mi opinión no sea tan errónea como parece.